Mujeres latinas o hispanas que viven en los Estados Unidos, muy
conscientes de cómo el sexismo, el prejuicio étnico y la opresión
económica las subyugan, y dispuestas a luchar contra tal opresión,
se han dado a sí mismas del nombre de mujeristas. El término
"teología mujerista" identifica sus explicaciones de la
fe y el papel de dicha fe en sus luchas por la liberación. Como nombre
que ha sido creado por las latinas/hispanas para su praxis teológica,
teología mujerista provee un marco conceptual, un punto de referencia,
un esquema mental, basado en sus propias interpretaciones de la realidad,
es decir, las interpretaciones usadas por ellas para pensar, entender, y
relacionarse con personas, ideas, movimientos.
La teología mujerista es una praxis liberadora: acción reflexiva
que tiene como meta la liberación. Como praxis liberadora, la teología
mujerista es un proceso de capacitación para las mujeres latinas
que insiste en el desarrollo de sujetos morales fuertes, clarificando la
importancia y el valor de quiénes son, qué piensan, y qué
hacen. Como praxis liberadora, la teología mujerista trata de impactar
a las teologías oficiales que son las que apoyan lo que es normativo
en las iglesias, y en gran medida, en la sociedad que como ya es sabido,
son escenarios fundamentalmente sexistas. La teología mujerista lucha
en estos dos ámbitos - el de la mujer hispana y el de las iglesias
y la sociedad en tres formas-de tres formas particulares pero interrelacionadas.
Primero, ayuda a las latinas a entender las diferentes estructuras opresivas
que controlan sus vidas diarias. La teología mujerista les permite
comprender que la meta de sus luchas no debe de ser el participar en, y
beneficiarse de estas estructuras sino el cambiarlas en forma radical. En
lenguaje religioso y teológico esto quiere decir que la teología
mujerista ayuda a las hispanas a descubrir y afirmar la presencia de Dios
en el medio de sus comunidades y la revelación de Dios en sus vidas
cotidianas. Las latinas tratan de entender la realidad del pecado estructural
y de encontrar maneras de combatirlo porque ese pecado oculta para ellas
y la sociedad la revelación de Dios que se da día a día.
Segundo, la teología mujerista insiste en y ayuda a las latinas a
definir cuál es el futuro que quieren: a saber, ¿cómo
sería una sociedad radicalmente diferente? ¿Cuáles
serían sus valores y normas? En lenguaje religioso y teológico
esto significa que la teología mujerista busca ayudar a las hispanas
a reconocer lo importante de la escatología en la vida de toda cristiana.
El futuro que ellas anhelan y exigen irrumpe en el presente en el cual son
oprimidas de múltiples maneras. Las latinas trabajan para hacer que
esos destellos escatológicos del futuro por el que luchan se conviertan
en horizonte permanente del presente.
Tercero, la teología mujerista ayuda a las hispanas a entender cuánto
ya participan en el sistema social prevaleciente, incluyendo los sistemas
religiosos, y por lo tanto, cuánto han internalizado la forma en
que son oprimidas. La teología mujerista intenta ayudar a las hispanas
a ver que no puede haber un cambio radical de las estructuras a no ser que
haya un cambio radical en cada una de ellas. En lenguaje religioso y teológico
esto significa que la teología mujerista insiste en un proceso de
conversión de cada latina, ayudándoles a ver la realidad del
pecado en sus vidas. Las ayuda también a entender que el resignarse
a lo que otros dicen es su destino no es un acto virtuoso, como tampoco
lo es el aceptar pasivamente el sufrimiento y la abnegación.
Hay otros dos elementos metodológicos importantes en la teología
mujerista. En primer lugar, la fuente de la teología mujerista es
la experiencia de las mujeres latinas, experiencias de las cuales están
conscientes y sobre las cuales han reflexionado. En este particular, la
teología mujerista se guía por una definición antigua
de la teología la cual señala que la teología es la
fe en busca de entendimiento. Es la fe de las hispanas, que históricamente
ha sido importante recurso en sus luchas por la liberación, el elemento
central de la teología mujerista. Este enfoque le quita importancia
a las enseñanzas y tradiciones de las iglesias ni a las enseñanzas
bíblicas. No obstante, sí incluye en forma activa las creencias
y prácticas religiosas usualmente clasificadas como "religión
popular" y que son mayormente una mezcla de elementos católicos
romanos con elementos de religiones africanas para las latinas con raíces
en el Caribe, y con elementos de las religiones amerindias para las latinas
con raíces en Centro y Sur América. En la teología
mujerista, todos estos elementos religiosos y teológicos son examinados
usando como lente la liberación.
El segundo elemento metodológico postula que la teología mujerista
es una teología comunitaria: los materiales que se desarrollan en
el quehacer teológico mujerista se recaudan mayormente durante procesos
de reflexión de hispanas que se reúnen en diferentes partes
de Estados Unidos.
La primera publicación que trató el tema de la teología
mujerista (entonces llamada "teología de la liberación
de las mujeres hispanas") apareció en 1987. Por lo tanto, debido
a su corta existencia y al reducido número de teólogas latinas
academicamente preparadas, al presente la teología mujerista no es
más que una niña pequeñita que nace de las esperanzas
de las latinas por su liberación y la liberación de toda la
humanidad.
